La semana pasada, exactamente el sábado 28, se cumplieron 15 años de que la revista Sports Illustrated dedicara su portada a un grupo de prospectos escoltas que prometían revivir la conferencia del Big East e irrumpir en el corto plazo en la NBA. ¿La figura exclusiva de la tapa? El dominicano Luis Felipe López, de quien la publicación vaticinó dos años en la NCAA para convertirse en una selección de primera ronda. Para muchos, esa portada que bautizó al jugador santiaguense como el súper novato, puso una carga que Luis Felipe nunca se pudo quitar de encima. Coincidencialmente, la semana pasada, Allen Iverson (quien también figuraba entre los jugadores a ser tomados en cuenta, por debajo de López) anunció su retiro de la NBA, alegando que no estaba dispuesto a jugar un rol de sustituto. López (en St. John's) e Iverson (en Georgetown) formaban junto a Ray Allen (Connecticut), Kerry Kittles (Villanova), Stephon Marbury (Georgia Tech) y Lawrence Moten (Syracuse), un grupo de jugadores potables para la televisión y que prometía revivir una de las conferencias de mayor tradición en el baloncesto colegial norteamericano.
Del grupo, el único que cuenta con un anillo es Ray Allen. Iverson, de 34 años y que dio el salto a la NBA tras su primera temporada en la universidad alegando problemas económicos, dijo adiós a la liga tras liquidar US$154,3 millones en 18 campañas con Filadelfia, Denver, Detroit y Memphis, donde promedió 23,5 puntos y lanzó para un 42,5% desde el campo. En tanto que López, de 34 años, fue la gran decepción. Jugó cuatro campañas en la NBA con una limitada actuación que comprendió 249 partidos (1998-2002) donde promedió 5.8 puntos y 2.4 rebotes. Percibió US$3 millones antes de impuestos y se convirtió en un trotamundos que lo llevó en paradas efímeras por la CBA, Alemania, España (LEB), Brasil, Argentina y varios torneos locales. El proyecto "Jordan Latino" nunca se materializó.
Escrito por: Nathanael Pérez Neró