EL DEPORTE EN PUERTO PLATA; UNA NUEVA GENERACIÓN CON MUCHAS
SOMBRAS Y POCAS LUCES.- Puerto plata es sin lugar a dudas, una ciudad privilegiada
en todos sus aspectos; es tanto así que, a nivel deportivo tenemos muchas
luminarias que en su momento pusieron y ponen en alto el nombre de la Tacita de
Plata de la Región Norte.
Mencionar los nombres de Miriam García, Miguel Martínez
“Chocho loco”, Nelson Liriano, Chichi Peña, Rommel Cruz “Boy”, Javier Rosario,
Kelvin Peña, Bartolo Colón, Marlon Martínez, José Briseño, Al Horford y otros
sin números de atletas, dirigentes y propulsores del deporte puertoplateño que
son sinónimo del talento, las condiciones y el amor que sentimos los puertoplateños
por el deporte en todas sus vertientes.
Pero la nueva generación de deportistas que viene surgiendo
en Puerto Plata se ha encontrado con una serie de vicisitudes las cuales
impiden el desarrollo optimo y a gran nivel de las nuevas generaciones deportivas
en la provincia; a diferencia de tiempos atrás, en donde tanto las empresas
privadas, los estamentos públicos y personas que siempre tenían sus puertas
abiertas a los deportes en sentido general, hoy en día, escasean las ayudas
para las diferentes disciplinas que se practican en la Costa Norte.
Es sin lugar a dudas, en los últimos 12 años el deporte en
Puerto Plata ha ido cayendo en un letargo paulatino, pues en el caso de
MIDEREC, estamento publico que debería llevar las voz cantante en materia deportiva
aquí, es solamente una oficina más para que un determinado político de turno,
cobre un sueldo y solamente pase un paño por encima a las precariedades que
sufre los los clubes, ligas y las demás entidades deportivas que hacen vida en
la provincia de Puerto Plata.
Pero que me dicen del empresariado, lamentablemente también
en el deporte existe personas que se visten de abanderados del deporte, pero
que en realidad son negociantes, que estafan, engañan y venden sueños tanto a
los atletas como al empresariado que es una parte importante para el deporte;
pues sin el apoyo económico de estas, en gran parte muchas instituciones
deportivas no pueden realizar sus actividades deportivas con normalidad. El
empresariado al haber sido tomado en su buena fe, por estos bandidos, ha ido
cerrando las puertas cada día que pasa a los deportistas, sumándole a eso, la
situación económica que impera en el mundo.
Pero no todo es malo, existe una luz al final del
camino; es el surgimiento de nuevos talentos en las diferentes disciplinas que
se practican en nuestra provincia; de ellas dependerá que nuestra provincia
salga de este letargo deportivo y que, las organizaciones deportivas por fin
dejen a un lado la lucha de intereses y el protagonismo, y llevemos juntos de
la mano el deporte puertoplateño a sus más alto nivel. Bendiciones para todos.