Carlos Morales, ESPNdeportes.com.- Como si el hecho de que se enfrentaran los dos equipos más ganadores y de más tradición en la historia de la NBA no hubiese sido suficiente, el séptimo partido de las Finales, que sirvió para coronar a los Lakers por segunda temporada consecutiva y acercarse a sus rivales de ocasión en el total de títulos obtenidos (16 de Los Ángeles frente a 17 de Boston), fue uno lleno de alternativas y sumamente emocionante.
Para los que gustan de ver un baloncesto con gran eficacia ofensiva y muchas anotaciones, ese partido final quizás no haya sido el más vistoso ni atractivo; pero los que aprecian una gran defensiva y esfuerzo máximo de los participantes deben haberse dado un banquete con ese juego decisivo y con toda la serie. Baste con decir que los Lakers lograron ese último triunfo a pesar de lanzar menos de 33 por ciento de campo, 20 por ciento de triples y 68 por ciento de tiros libres.
De hecho, los Celtics, a pesar de ser el equipo derrotado, lanzaron mejor en los tres rubros (41 por ciento de campo, 38 por ciento de triples y 68 por ciento en tiros libres) y llegaron a tener la ventaja más amplia del partido (13 puntos), conseguida durante el tercer cuarto. Leer más