NUEVA YORK -- El ala-pívot Blake Griffin cumplió los pronósticos y fue elegido como el número uno por Los Ángeles Clippers en el sorteo universitario de la NBA que se celebra la noche del jueves en el Madison Square Garden, de Nueva York. Griffin dijo que se sentía feliz con llegar al equipo californiano, sin importarle la marca perdedora que tenía.
"No me preocupa el pasado de los Clippers, sólo pienso en el futuro y que podemos reconstruir al equipo", declaró Griffin nada más ser elegido. "Estoy listo para trabajar duro y eso es lo único que importa".
Griffin, de 20 años, sólo jugó la pasada temporada con la Universidad de Oklahoma, pero consiguió 30 dobles-dobles y logró unos promedios de 22,7 puntos y 14,4 rebotes.
El nuevo número uno del sorteo universitario de la NBA fue seleccionado como el mejor jugador colegial de la pasada temporada después de haber liderado las categorías de puntos y rebotes.
Griffin comentó que, a pesar de que sabía que los Clippers lo iban a seleccionar, hasta que no escuchó su nombre no se quedó tranquilo y feliz. "Ahora sólo tengo que pensar en hacer bien las cosas y, desde el comienzo, demostrar todo el potencial que tengo como jugador que puede ayudar al equipo", destacó Griffin.
A pesar de su juventud, se le considera ya un jugador completo por la manera como concluye las acciones en el campo, domina el tiro a canasta y los rebotes. Los Clippers, con el entrenador Mike Dunleavy al frente, ya lo han definido como el jugador franquicia desde que comience la competición la próxima temporada.
Dunleavy, dijo que, desde que la franquicia consiguió los derechos de selección del número uno, no hubo ninguna duda en que el elegido sería Griffin.
"Hubo unanimidad por parte de todos los directivos del equipo en que Griffin era nuestro hombre en el sorteo", declaró Dunleavy. "Creo que hemos conseguido un gran jugador que nos puede dar muchas alegrías".
Griffin se convierte en el tercer jugador que los Clippers han seleccionado con el número uno desde la temporada de 1988 cuando eligieron al alero Danny Manning y luego al pívot Michael Olowokandi, en 1998. Ninguno de los dos jugadores pudo cambiar la marcha perdedora del equipo y pronto fueron traspasados.