EL 2do. CUADRANGULAR DE BALONCESTO LA RESTAURACION 2013, EL CUAL ESTUBO DEDICADO AL LIC. MOISES RODRIGUEZ, CON EL GRAN PODER DE DIOS POR DELANTE FUE UN EXITO. GRACIAS A LOS CLUBES PARTICIPANTES Y ESPERAMOS QUE EL PROXIMO AÑO SE UNAN MAS CLUBES Y LIGAS HERMANAS

viernes, 22 de mayo de 2009

LOS CAVS SUFRIERON SU PRIMER TROPIEZO

CLEVELAND -- Prepárense, aficionados de los Cavs, porque este pequeño dato hará que la derrota del miércoles les duela un poco más.¿Saben qué fue lo que alimentó esa remontada? ¿Esa extraña resistencia? ¿Esa victoria aparentemente imposible para el Orlando Magic en un juego que parecía estar decidido en el descanso?

Nos encantaría darle todo el crédito a Stan Van Gundy, quien nunca dejó de decirle a su equipo que siguiera peleando, que dejara de adular, que no se entregara, que siguiera recortando el déficit para inducir un poco de pánico. Y sin duda merece crédito por eso.Pero abrimos la columna hablando del alimento, por lo que fue divertido escuchar a Rafer Alston entrar en los vestidores después del partido anunciándole a todo aquel que estuviera dispuesto a escuchar: "¡Fue el McDonalds! ¡El McDonalds de Dwight y la pizza de Hedo!"

Resulta que Howard se preparó para el Juego 1 de las finales de la Conferencia Este engulléndose dos cuartos de libra con queso, papas grandes y una Sprite, mientras que Turkoglu, contra todos los pronósticos, cambió el yogurt por la pizza. "Imagina lo que hubieras hecho con algunos vegetales", dijo Howard.

"¿Te parece que ese físico necesita vegetales?", interpuso Alston, y la mitad de los vestidores estalló en carcajadas. Para algunos de ustedes, ésta es una de esas mañanas en las que empiezas a patearte poco después de levantarte. Chequeas el resultado de la noche anterior, recuerdas que Mo Williams había cerrado la segunda mitad con lo que parecía ser una daga de 67 pies, y luego te rascas la cabeza preguntándote dos cosas: ¿Cómo diablos sucedió eso? ¿Por qué demonios no aguanté hasta el final?

Los Cavaliers se estarían preguntando algo similar al final de una noche que terminó patas arriba, una noche en la que Orlando poco a poco remontó un déficit de 16 puntos y recibió un triple clave de Rashard Lewis con 14.7 segundos en el reloj para derrotar a los Cavs 107-106 en el Juego 1 de las finales de la Conferencia Este.

Punto asombroso No. 1: El Magic prevaleció a pesar de los 49 puntos de LeBron James.
Punto asombroso No. 2: El Magic ganó a pesar de haber acertado apenas tres triples en los primeros tres cuartos.
Punto asombroso No. 3: La comida chatarra no fue lo único que se comieron.

"Él (Van Gundy) nos dijo que todos parecíamos testigos", dijo Howard, recordando lo que les había dicho su entrenador en el descanso, "y eso no puede ser. Eso nos motivó mucho, porque dijo que estábamos todos ahí limitándonos a observar las volcadas (de James), y eso nos encendió un poco". Pero aunque Van Gundy vociferó su cuota de gritos, también suplicó y pinchó, repitiéndole a su equipo una y otra vez que Cleveland posiblemente no respondería bien en un juego ajustado considerando que habían arrasado en las primeras dos rondas de los playoffs, ganando cada juego por un margen de dos dígitos, y que podrían ponerse nerviosos si las cosas se ponían demasiado parejas. Y no podría haber estado más acertado.

"Si hay algo cierto de nuestro equipo, y ha sido una constante casi todo el año, es que es un equipo resistente. Este equipo sigue jugando", dijo Van Gundy. "Lo único que estaba diciendo era que tuviéramos la cabeza en su lugar, que recuperáramos la compostura, y que trabajáramos posesión por posesión. Dije que no íbamos a remontarlo todo en seis minutos, pero que lo bajáramos a 10, a seis, a dos, a meter presión, y así terminamos arriba. Los jugadores hicieron un muy buen trabajo, sin perder la cabeza y manteniéndose en el juego".

Howard encabezó a Orlando con 30 puntos y 13 rebotes, pero estaba en el banco cuando su equipo clavó el tiro ganador tras cometer su sexta falta con 25.6 segundos en el reloj. Lo gracioso --al menos fue gracioso para Howard y Lewis, porque bromearon sobre esto más tarde-- fue que Lewis miró a Howard cuando la jugada estaba a punto de comenzar y guiñó el ojo tres veces, señal de que iría por la victoria con un triple.

Y eso fue exactamente lo que sucedió, ya que Lewis recibió el pase de Turkoglu en la última de sus 14 asistencias y enterró el tiro desde la esquina. Orlando luego ajustó su defensa, forzando un tiro en salto fallido de Williams a un segundo de sonar la campana. "Definitivamente dolió, pero tenemos que adaptarnos. Lo he dicho antes: Una serie no se gana ni se pierde en un partido", dijo James, quien se acalambró al finalizar el juego y tardó varios minutos en abandonar la cancha. "No estoy lastimado. Si alguna vez sufriste un calambre, tu cuerpo te dice cuándo está listo para moverse. Sólo tengo que mantenerme mejor hidratado los próximos dos días".

"Dwight jugó muy bien", dijo James. "Pero Lewis fue el factor-x para ellos". Lo mismo puede decirse de Turkoglu, quien se encargó de manejar el balón durante la mayor parte del último cuarto, defendió los bombardeos de los Cavs y repartió siete de sus 14 asistencias en el segmento final.

Turkoglu dijo que armador es una posición que viene aprendiendo desde los 12 años, ya que sus entrenadores de Turquía le decían que su combinación de tamaño y talento podrían convertirlo en un manejador dominante del balón al estilo Magic Johnson. Así fue como actuó en el Juego 7 ante Boston, y como aquella vez --aunque no con el mismo grado de cambios de ritmo-- una vez que Turkoglu tomó la batuta, el resto del equipo lo siguió.

En cuanto a Howard, fue un animal completamente diferente en el poste bajo sin tener que lidiar con la carga Kendrick Perkins como en la serie anterior, y estar uno o dos pies más cerca del aro cuando se posicionaba para anotar hizo toda la diferencia (de sus 20 intentos, acertó 14). James hizo lo suyo (49 puntos, 20 tiros de 30, ocho asistencias, seis rebotes), pero el trabajo en equipo de los Cavs durante la segunda mitad fue muy inferior al de la primera, limitándose a ejecutar la ofensiva estática que tantas veces ha condenado la fluidez de su juego; dándole a James el balón en la punta y abriendo la cancha a la espera de que él tire o bien arme una jugada.

Al final, lo que en el descanso había sido un estadio eufórico se transformó en una isla de disgusto. Ya no están acostumbrados a perder por estos lados (no olvidemos que tuvieron una marca de 39-2 en la temporada regular), y el enojo de los aficionados era palpable mientras abandonaban el edificio. Una noche que comenzó con el pensamiento colectivo: "¿Cuándo es que llegan los Lakers a la ciudad?", poco antes de la medianoche había sido reemplazado por una simple pregunta, "¿Cómo diablos sucedió eso?"

Me disculpo, aficionados de los Cavs, si eso les hace doler un poco más. Pero a todo campeón le llega el momento de rebotar de algo malo, y ahora les toca a los Cavs --si en realidad son un equipo de campeonato-- demostrar que son capaces de hacerlo.