(Álvaro Martín, ESPN)NUEVA YORK -- Los Spurs se eliminan por primera vez en una primera vuelta de las eliminatorias desde que cuentan con Tim Duncan. Sí, la ausencia de Manu Ginóbili por lesión fue impactante, pero el desafío de los Spurs trasciende el saldo de esta serie y temporada. Tim Duncan comenzó su declive profesional y no hay relevo a la vista.
A los 33 años de edad y con la molestosa tendinosis en el muslo derecho, Duncan se resentirá en algún momento en la temporada entrante, no importa cuánto descanse entre campañas. ¿Será el cuarto partido en cinco días, o la gira del rodeo tradicional de los Spurs? ¿O será, respondiendo al rigor de la rutina enebeísta, al final de la temporada, cuando su equipo lo necesita más?
Asumamos que Ginóbili retornará de su lesión y con suerte produzca quizás su mejor temporada en la NBA. Tiene la motivación de demostrarle a la gerencia de San Antonio y de 29 otros equipos de NBA, en el último año de su contrato, que puede rendir una temporada entera y que sus lesiones del 2008-09 son periódicos de ayer. No me extrañaría ver sus minutos aumentar, si Duncan juega menos o se ausenta de segundos partidos en noches consecutivas.
Tony Parker tendrá que soportar una carga mayor, y tendrá que dar un paso más allá de lo que mostró este año: tendrá que mostrar que puede anotar 25 puntos o más por partido constantemente, esté cansado, aburrido, golpeado o molesto. Desarrollar un tiro de triple confiable debería ser, para Tony, una obsesión entre temporadas.
Peter Holt es uno de los dueños menos acaudalados en la NBA. Aparte de los Spurs, genera sus ingresos con el concesionario de tractores y equipos Caterpillar mayor en los EEUU y en el mundo, HOLT CAT. Desgraciadamente, las dos industrias que generar sus ventas, la de construcción y la agrícola, están ambas sumidas en la parte deprimida del ciclo económico.
Holt no podrá traer un agente libre de primera a este equipo. Aparte de fichar un Kurt Thomas por ahí y un Michael Finley por allá, Holt no puede darle al gerente general R.C. Buford ni al director técnico Gregg Popovich una varita mágica. El que el deterioro económico impactará las contrataciones que puedan llevar a cabo el resto de los equipos de la liga le proporcionará a los Spurs quizás acceso a unos agentes libres de mejor calidad que quieren unirse a un equipo veterano.
San Antonio entiende plenamente ahora la profunda equivocación que fue no incorporar a Luis Scola. Nunca hubiese llenado el enorme hueco que dejará Duncan en la duela, pero cada partido de playoff de Scola que Popovich y Buford presencian por televisión les tiene que dar un ataque de remordimientos. Scola rebotea con gran productividad (lo que según Andrés Nocioni en una entrevista reciente resumía las dudas acerca de la capacidad de Luis que tenía la gerencia de los Spurs) y puede crear otra fuente de puntos para un equipo que tendrá que diversificar su ofensiva cada vez más y más.
Así que tendrán que esperar unos años a que puedan incorporar a Tiago Splitter (y que Splitter no decepcione) y afinar la puntería en el Sorteo. Además tendrán que desarrollar más talento internamente (¿cuándo llegas, Ian Mahinmi?) y quizás tendrán que incorporar talento con imperfecciones en su carácter, como Dennis Rodman o cuando jugaban con Stephen Jackson en el albor de la carrera de Ginóbili.
En el mejor de los casos, Ginóbili repunta y tiene una campaña entrante deslumbrante, Parker emboca triples sin consciencia, Duncan rinde 70 partidos sólidos y el reparto contribuye más, por diseño y ejecutoria. La temporada entrante es la última oportunidad genuina de estos viejos pistoleros en el Oeste de acceder a un campeonato.
En el peor de los casos, San Antonio clasifica a los playoffs en el 2009-10, pero sabe desde un principio que no puede contender por un título. A Duncan le restan tres años más en su acuerdo, y esos aproximadamente $20 millones por año le quedarán grandes cuando se acerque el fin. Eso le pasa a todas las leyendas, o si no pregúntenle a Shaquille O'Neal.
Popovich extendió silenciosamente su contrato con los Spurs hace un año para que culmine el mismo año que el de Duncan. ¿Tendrá 'Pop' el deseo de supervisar el deterioro leve, pero continuo de su franquicia? Todo agente libre de los Spurs, incluyendo Ginóbili, tendrá que hacerse esa pregunta, antes de firmar su propio acuerdo. Si firma un contrato de tres o cuatro temporadas, por una tasa inferior en San Antonio a la que podría ofrecer otro equipo ¿quedará satisfecho ante la posibilidad de cerrar su carrera de NBA sin un campeonato más?
Son preguntas muy duras que retarán el carácter de todos los jugadores y dirigentes de los Spurs.