viernes, 1 de mayo de 2009
CLEVELAND & LEBRON ENVIAN MENSAJE A LOS DEMAS EQUIPOS
CLEVELAND -- Lo único que lograron los Pistons en esta serie, fue hacer regresar a LeBron James a la cancha en el Juego 2 en Cleveland, cuando el partido parecía estar liquidado y la estrella descansaba en el banco de suplentes.
Fueron escasos minutos -cerca de cinco- de racha positiva por parte de la segunda unidad de Detroit. Parecía que venía una reacción, algo de que agarrarse, pero... una golondrina no hace verano.
Los Cavaliers se convirtieron en la única franquicia en barrer la primera serie de playoffs. Además, es la tercera en la historia en obtener un 4-0 en series a siete juegos, con más de 10 puntos de distancia en cada partido (comparte el logro con los Celtics de 1980, ante los Rockets, y los Pacers de 2004, ante los Celtics).
Esta llave tiene varios focos desde donde mirar. Pero lo fundamental tiene que ver con la actitud y la intensidad. Siempre es extremadamente difícil para un equipo contendiente poder confirmar su poderío sin exhibir grietas. Los Cavaliers lo lograron frente a un rival que, si bien está pasando por un momento delicado, tan delicado como el que atraviesa la ciudad producto de la crisis económica mundial (recordemos que a Detroit se la considera la capital de las casas automotrices más importantes de Estados Unidos), siempre ha sido referencia en playoffs y cuenta con un público que acostumbra a inyectarle adrenalina a sus jugadores.
Pero en este caso, la defensa, las variantes, y el ataque estacionado le hicieron un guiño a la lógica. Y se burlaron de la rica historia de la franquicia de Michigan, que tendrá que pensar en caras nuevas y quitar a algunos históricos para el futuro inmediato.
Para Cleveland el futuro no puede ser más promisorio. Más allá del estupendo partido que hizo el domingo, queda en claro que este plantel ya no es sólo LeBron James, sino que es un equipo sólido en los dos costados de la cancha que aporta lo necesario para que crezca el talento de James.
Y la estrella, como es lógico, responde. Así terminó con promedios de 32 puntos, 11.3 rebotes y 7.5 asistencias, convirtiéndose en el tercer jugador en la historia en promediar al menos 30 puntos, 10 rebotes y siete asistencias en una serie de postemporada (Oscar Robertson y Larry Bird son los restantes).
Algo más acerca de LeBron, quien pasó a ser el octavo mejor anotador de la historia de playoffs en 50 partidos disputados, con 1.395 puntos: si bien es cierto que Tayshawn Prince tuvo algunos problemas en la espalda que no lo dejaron estar al cien por cien en esta eliminatoria, hay un dato que realmente sorprende, y es que James anotó 39-81 en tiros de campo en la serie completa, con 48.1% de porcentaje de campo y 47-59 en tiros libres, mientras que el terceto estrella del rival, conformado por Rasheed Wallace, Rip Hamilton y Prince, tuvo 39-119 en TC, 33.6% de efectividad de campo y 9-10 en TL.
Pero hay mucho más que el alero estrella en esta ciudad. Mo Williams y Delonte West son una garantía anotadora en el perímetro, y en la pintura, Zydrunas Ilgauskas lastima adentro y afuera de la llave. De todos modos, el interno fundamental de este roster en ascenso es Anderson Varejao, quien inyecta energía en los dos costados de la cancha. Su pasión por el juego combinada con el despliegue le ha servido para ganarse un puesto con absoluta justicia en el quinteto titular, relegando a Ben Wallace al banco de suplentes.
Y de allí pasamos a otro asunto de relevancia: la segunda unidad de los Cavaliers, que ha crecido mucho gracias a la confianza que el cuerpo técnico le dio a cada hombre. En el perímetro, Daniel Gibson, Wally Szczerbiak y Sasha Pavlovic dan una mano importante, pero es clave la cantidad de internos que tiene este equipo en condiciones de ayudar. Además de Ilgauskas, Varejao y Wallace, está Joe Smith y J.J. Hickson. Esto puede resultar fundamental en instancias definitorias, sobre todo contra franquicias estelares porque ¿Qué tiene el Magic detrás de Dwight Howard? ¿Los Rockets detrás de Yao Ming? ¿Los Lakers como suplente de Andrew Bynum? ¿Los Celtics sin Garnett?
Sería un error de gravedad ni siquiera considerar este tema.
Con la barrida ante los Pistons, los Cavaliers ganaron algo más que una serie de playoffs con comodidad: se llevaron días de descanso, premio fundamental de cara al futuro inmediato en la postemporada.
Ninguna otra franquicia tendrá la recuperación de Cleveland para la segunda ronda. Por el lado del Este, la única Conferencia que mira el equipo de Brown en estos días, el Magic está mano a mano con los Sixers en un cruce más dificultoso de lo que se esperaba, los Celtics se desgastan ante los Bulls en una llave plagada de tiempos extra, y Heat y Hawks se sacan chispas juego a juego.
Precisamente de la llave entre Miami y Atlanta saldrá el próximo rival de los Cavaliers. Quizás me adelante un poco en los pronósticos, pero no creo que ninguno de estos dos equipos tenga material para quitar al número uno de la serie regular de estos playoffs.
El rendimiento de Cleveland ante ambos planteles es casi el mismo. Veamos:
Contra el Heat en esta temporada: récord 3-1, 98.5 ppj, 46.3% en TC, 94.8 puntos recibidos de Miami y 44.7% porcentaje de Miami.
Contra los Hawks en esta temporada: récord 3-1, 98.0 ppj, 46.3% en TC, 94.0 puntos recibidos de Atlanta y 44.1% porcentaje de Atlanta.
Si bien los Cavaliers tendrán tiempo para entrenar, juntar energías y salir con todo en la eliminatoria entrante, por ahora no ganaron nada en materia de resultados.
La diferencia entre un campeón y un buen equipo se da en la inteligencia durante momentos importantes, en la defensa dura y en la intensidad para nunca bajar los brazos pese a la adversidad. ¿Está hecho Cleveland de la materia prima de los campeones? No hay que quemar etapas.
El primer paso está dado, pero queda mucho trayecto por recorrer y desde que existen los favoritos, el peligro de relajarse siempre está latente.