Chauncey Billups ha sido vital en el renacer ofensivo en Denver.El criterio que uso es puntos permitidos por cada cien posesiones, que es la medida más abarcadora y exacta de la marca de un equipo. Calculo el número de posesiones sumando los intentos de tiro, una porción de los tiros libres y la cantidad de pérdidas, de cada equipo (ofensiva) y de sus oponentes (defensiva).
La marca de Cleveland encabeza a los 16 equipos de playoff tras dos vueltas celebradas en estas eliminatorias, permitiendo sólo 83 puntos por cada 100 posesiones. Se puede señalar que los Detroit Pistons jugaron con gran desarraigo y poca gana, y que Atlanta fue molido por la tercera mejor defensiva en estos playoffs en su primera vuelta, la del Miami Heat, arribando magullados y descompaginados a su serie contra los Cavs.
El equipo que sigue a los Cavaliers en la lista de mejores defensivas son los Lakers, pero lo notable es la diferencia en orden de magnitud en la eficacia de estas dos defensivas. Los Ángeles permitió 89 puntos cada 100 posesiones, seis tantos más que Cleveland. Una diferencia de seis puntos por cada centena de posesiones es enorme, pero los partidarios de los Lakers se cobijarán en el hecho que su equipo enfrentó al cuarto mejor equipo ofensivo entre los clasificados (Houston) y al octavo mejor (Utah Jazz). Los Cavs enfrentaron al segundo mejor (Detroit) y sexto mejor equipo ofensivo en temporada regular, entre los clasificados.
Miami terminó con la tercera mejor eficacia defensiva. Le siguen Orlando (93.1 puntos por cada 100 posesiones) y Denver (93.2 puntos por cada 100 posesiones), prácticamente parejos.
Pero la gran sorpresa de estos playoffs, entre los cuatro equipos restantes, ha sido la mejoría ofensiva de los Denver Nuggets. Ningún otro equipo ha mostrado semejante mejoría en los dos costados de la cancha. Lo más cercano a la proeza de los Pepitos lo ha generado la defensiva de los Cavaliers, que permite 6.9 puntos menos por cada 100 posesiones que durante la temporada regular.
Los Pepitos anotan 11 puntos más en playoffs, que en temporada regular, por cada 100 posesiones. Han deshilachado las defensivas de New Orleans y de Dallas camino a anotar 111.5 puntos por partido. Lo logran primordialmente con un juego de menos posesiones (cuatro menos a la ofensiva, tres menos a la defensiva), pero sobre todo con un exquisito control de balón.
El que reduzcan su ritmo total no quiere decir que cesen su contragolpeo: promediaron 16,3 puntos por partido en los playoffs en contragolpe, comparado con 11,3 en temporada regular. Esto quiere decir que Denver toma aún más tiempo en ejecutar su ofensiva de media cancha en las eliminatorias cuando le niegan el contragolpe, que durante la campaña regular. De hecho, el dominio en ejecutoria de esta ofensiva se aprecia en la diferencia en puntos en contragolpe entre los partidos como local (donde explotan su altitud sobre el nivel del mar, promediando 20 puntos anotados en contragolpe) que como visitante (donde promedian 10,8). Se adaptan a entornos diferentes sin perder eficacia.
El talón de Aquiles de Denver bajo la dirección del director técnico George Karl siempre fue las pérdidas de balón. Este año promediaban 15,3 por partido en temporada regular. Ahora promedian 11,9 en los playoffs y aprovechan cada una de sus oportunidades.
Los Nuggets además lanzan una mayor proporción de triples (26% de sus intentos en los playoffs versus 23% en temporada regular) y su eficacia ha aumentado vertiginosamente (37,1% en temporada regular y 42,9% en los playoffs).
Chauncey Billups es el artífice de esta explosión tardía. Los Nuggets aumentaron su proporción de canastas habilitadas por vía de una asistencia de 59,5% en temporada regular a 62,3% en los playoffs. Pero esa imperceptible mejoría esconde un gran logro: jugadores notorios por su poco desprendimiento como Carmelo Anthony y J.R. Smith, establecieron marcas personales de asistencias en temporada regular y las superan en las semifinales de conferencia. Billups ha contagiado a este equipo con el deleite de habilitar al compañero menos marcado, eliminando la ponzoña que dejó Allen Iverson, quien por lo general pasa, y acumula asistencias, en situaciones donde no le queda más remedio que deshacerse del balón.
Para los Lakers, la clave será crear situaciones que obliguen a estos Pepitos a volver a sus malos hábitos egoístas. Para eso tendrán que tomar delanteras en el transcurso de esta serie ante Denver, lo que implica que tendrán que marcar con el ahínco que no han demostrado constantemente en su postemporada. La sobrecarga del costado fuerte defensiva de los Lakers ayudará a neutralizar por momentos a Anthony y a Smith, y la estatura y envergadura de Los Ángeles afectará los tiros de Nenê y Kenyon Martin.
Pero Los Ángeles se topa con un tren desbocado en los Nuggets, su rival más complicado hasta ahora. Jugar con el vaivén anímico y de ejecutoria con el que jugaron ante los Houston Rockets no bastará.