BRISTOL-- Apenas a unas horas de comenzar la postemporada de la NBA, vale la pena dar un paso atrás para volver a darle un vistazo a la temporada regular y comenzar a repartir "la ferretería"; los premios a los que deben ser el elegidos como los Valores del Año en las categorías más importantes. Estos son mis candidatos:Jugador más valioso: LeBron James (Cleveland Cavaliers)
Esta fue una temporada en la que hubo varios candidatos de grandes méritos para el premio más prestigioso de toda la liga; como Kobe Bryant (LA Lakers), Dwyane Wade (Miami Heat), Dwight Howard (Orlando Magic), Chris Paul (New Orleans Hornets) y Paul Pierce (Boston Celtics). Cada uno fue la pieza más importante de equipos exitosos que no hubieran podido llegar a donde lo hicieron sin las sobradas contribuciones de ellos.
Pero la razón por la que James se destaca lo suficiente para dejarlos a todos atrás y, de paso, destronar a Bryant (quien obtuvo el premio el año pasado), es porque condujo a su equipo al mejor registro de toda la liga, con una mejoría de 21 partidos con relación a la temporada pasada y porque redondeó su juego de forma tal que se convirtió en un baluarte defensivo para su equipo. Claro que sus 28 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias y casi dos robos por partido tampoco son nada despreciables.
Novato del año: Derrick Rose (Chicago Bulls)
Fue ungido por la prensa especializada como el posible ganador de este premio desde antes que se lanzara un balón al aire y no defraudó. Como el base titular de un equipo que tuvo que luchar largo y tendido por uno de los puestos de clasificación en el Este (para finalmente quedarse con la séptima plaza), Rose se ganó el respeto de sus más veteranos compañeros por su aplomo, liderato y perfil bajo.
Este fue un año de una gran camada de debutantes, 13 de los cuales promediaron más de una decena de puntos; 4 tuvieron un coeficiente de valoración superior a 15; 3 promediaron 5 asistencias o más; 5 tuvieron mas de 7 rebotes por encuentro y 4 tuvieron más de un robo por partido. Pero Rose fue el más destacado de todos porque su juego se desparramó por todos estos renglones estadísticos, mientras, junto a Mario Chalmers (Miami), eran los jugadores que cargaban con mayores responsabilidades como armadores titulares de equipos que clasificaron a la postemporada.
Otros merecedores de ser mencionados fueron O.J. Mayo (Memphis), Brook López (New Jersey), Marc Gasol (Memphis) y Rudy Fernández (Portland).
Jugador de mayor progreso: David Lee (New York Knicks)
Este premio debe ser para el jugador que tuvo el mayor salto en sus números de un año para otro o para el que pasó de ser un jugador de reparto a un protagonista en su equipo. Lee cumple con ambos requisitos Titularizó 74 partidos para los Knicks (29 en la temporada anterior); tuvo promedios de 16 puntos y casi 12 rebotes (11 y 9 el año pasado); encabezó a toda la NBA con 65 dobles decenas, fue séptimo en porcentaje de campo con 55% y duodécimo en valoración con un coeficiente de casi 23.
Otros candidatos fueron Devin Harris (New Jersey), Danny Granger (Indiana) y Kevin Durant (Oklahoma City).
Mejor sustituto: Jason Terry (Dallas Mavericks)
Este es el premio más fácil para seleccionar este año. Como Manu Ginóbili (ganador del premio el año pasado), Terry es un sustituto solo de nombre; pues juega minutos de titular y es uno de los protagonistas de su equipo en los momentos definitorios de los partidos. Sus casi 20 puntos por encuentro son más que los anotados por 18 ganadores anteriores de este galardón.
Otros que se pueden mencionar (pero muy lejos de Terry) son Nate Robinson (New York), quien promedió 17 puntos por partido jugando 63 como sustituto y Chris Andersen, quien llegó segundo en tapas en la liga con 2.5 por juego, a pesar de que titularizó un solo partido de los 71 en los que participó.
Jugador defensivo del año: Dwight Howard (Orlando Magic)
Este es otro galardón cuyo receptor debe obtenerlo sin mayor oposición. Howard se convirtió en apenas el quinto jugador en la historia de la liga en encabezarla en tapas y rebotes en una misma temporada, uniendo su nombre al de Kareem Abdul Jabbar, Bill Walton, Hakeem Olajuwon y Ben Wallace. Además posibilitó con su gran presencia en la llave que su equipo de Orlando terminara con la tercera mejor defensiva de la liga en cuanto a porcentaje de campo permitido a sus rivales.
Otros dignos de recibir alguno que otro voto son LeBron James (Cleveland), Kevin Garnett (Boston), Kobe Bryant (LA Lakers), Ron Artest y Shane Battier (ambos de Houston).
Entrenador del año: Mike Brown (Cleveland Cavaliers)
Este es un premio que va a ser muy disputado y ni yo mismo estoy convencido de que esté haciendo la elección correcta; pero Brown tiene mi voto por haber convertido a los Cavaliers en el mejor equipo de la liga, no sólo porque tiene al MVP en sus filas, sino porque ha desarrollado una gran dinámica de grupo, basada en una gran defensiva y en compartir el balón, que hace que cada uno de sus jugadores se sienta importante y parte integral de los éxitos del equipo.
Otros técnicos que tienen grandes méritos para optar por el premio por diferentes razones son Stan Van Gundy (Orlando), Eric Spoelstra (Miami), George Karl (Denver), Gregg Popovich (San Antonio), Nate McMillan (Portland) y Rick Adelman (Houston).