SEATTLE.- Kevin Durant intentó 62 tiros y anotó 63 puntos, y jugó casi 51 minutos de tiempo de juego.
Todo eso, y todavía tuvo tiempo para posar para fotos y firmar autógrafos cuando su auto fue rodeado por fanáticos mientras intentaba irse.
Si quedaban preguntas sobre si Seattle todavía ama a Durant, esas preguntas quedaron respondidas el domingo.
"Yo solo quiero decir que extraño a mi gente", le dijo Durant a un gimnasio repleto con unos 3000 fanáticos, muchos de ellos vistiendo la vieja camiseta de Seattle con el logo de los SuperSonics. "Gracias por la cálida bienvenida. No veo la hora de regresar".
Durant tomó parte del Jamal Crawford Summer Pro-Am en Seattle el domingo. Fue su primer viaje de regreso a Seattle en conexión con el básquet desde que los SuperSonics se mudaran a Oklahoma City en 2008. Fue Novato del Año en la NBA en Seattle en la temporada 2007-08 y continúa teniendo una gran afinidad en la primera ciudad en que jugó profesionalmente.
Durant trató de irse del gimnasio pasando desapercibido, pero los fanáticos encontraron su camioneta y la rodearon casi una hora después de finalizado el partido. En lugar de forzar su camino, Durant se detuvo, firmó autógrafos y posó para fotos desde la parte trasera de su vehículo.
Poco después del final del partido, Durant hizo un comentario en Twitter.
La liga organizada por Crawford ha visto su parte de presentaciones especiales en el pasado, y hay rumores de que se presentará Blake Griffin en las próximas semanas. Pero nada podría superar a Durant, considerando las circunstancias de cómo se fue y cómo Seattle sigue siendo importante para él. Durant ha sido visto usando gorras representando a Seattle, incluyendo una gorra de los Supersonics durante los playoffs de NBA de este año.
Durant se contactó con Crawford y trató de figurarse un modo de hacer una presentación. La espera de todo un verano finalmente rindió sus frutos el domingo cuando 3 mil fanáticos llenaron el gimnasio de colegio para ver a Durant, Crawford y otros jugadores de la NBA armando un gran espectáculo.
"Me contactó para venir a presentarse frente a ustedes", le dijo Crawford a la gente reunida en el Seattle Pacific University. "Él ama a Seattle. Tomó su propio jet. Se gastó mucho dinero para venir y jugar frente a todos ustedes".
Durant no fue el único jugador de NBA en lograr una línea de estadísticas muy especial jugando en Seattle este fin de semana.
El centro de los Philadelphia 76ers y ex jugador estelar de la Universidad de WashingtonSpencer Hawes encestó 58 puntos el sábado, lo cual fue el mejor total de un solo partido antes de la explosión de Durant.
Hawes, quien está entrando en el último año de su contrato, lo logró al encestar 19 de 30 puntos desde el campo y 18 de 22 desde la línea.
Durant no fue tan eficiente el domingo. Encestó apenas 26 de 62 tiros (incluyendo muchas volcadas) pero tuvo marca de 8 de 32 desde el rango de triples. Erró un tiro en salto al final del tiempo regular que forzó un tiempo adicional en el cual el equipo de Crawford terminó logrando una victoria por 147-141. Crawford terminó con 46 puntos.
Pero la puntuación final de la estadística de Durant no importó en el aspecto grande en una ciudad que todavía trata de recuperar su identidad de la NBA. Los fanáticos fueron lo importante.
"Esto es grande. Seattle se siente como si nos lo hubiesen robado. Es sin dudas el segundo mejor jugador en la NBA, algunos dicen que es el primero. Por eso, poder verlo en persona nuevamente fue especial, y sobre todo poder jugar con él", dijo Will Conroy, un nativo de Seattle que anduvo jugando por la D-League con algunos pasos por la NBA. "Le tiré unos 10 pases errados, pero no me importó. Fue especial. Incluso yo no pude dormir anoche. Me sentí emocionado".
Durant fue mayormente enfrentado con Martell Webster de los Washington Wizards, pero tomó lo que se plantó en su camino, incluyendo a Shaqquan Aaron, un sobresaliente jugador de escuela secundaria en Seattle. Aaron defendió bastante bien a Durant, pero el estelar jugador de la NBA fue quien recibió la mayor cantidad de decisiones favorables del réferi.
"Él trataba de atacarme con mucha fuerza", dijo Aaron. "Si me hubiese estado cubriendo, yo también lo hubiese atacado más".