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| CAMPEONES.- Los Cañeros de La Romana reciben su trofeo de Campeones de la versión 2010 de la LNB. |
Alex Rodriguez, Listín Diario.- No todo fue malo en el baloncesto para la República Dominicana en el año que está a unas horas de expirar.
El 2010 fue el año que vio al primer dominicano llegar al estrellato en el basket de la NBA cuando Al Horford fue elegido por los técnicos y jugó en el Partido de Estrellas.
Fue el año en que República Dominicana disputó la medalla de oro en el Centrobasket con la gran potencia del caribe: Puerto Rico.
Fue en 2010 cuando Charlie Villanueva se consagró y ganó los corazones del pueblo dominicano al jugar lesionado en el partido por la medalla de oro.
El año en el cual Ronald Ramón, Juan Pablo Montás, Sandro Encarnación y Orlando Sánchez se estrenaron con la camiseta nacional.
Jack Michael Martínez (Venezuela) y Sammy Mejía (Francia) se consagraron como campeones en ligas importantes de América y Europa.
Carmen Guzmán se reveló como la nueva líder de la selección superior femenina que se alzó con la medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe al caer en la jornada final ante las boricuas anfitrionas.
El 2010 también vio a la selección masculina - tras un tortuoso camino para designar al dirigente que pasó de Melvin López a Chicho Sibilio a Maíta Mercedes y terminó en Boyón Domínguez - ganar el bronce en Mayaguez, donde Martínez ganó el liderato de puntos.
Aire fresco de la LNB
Pero el 2010 fue el año en el cual una brisa fresca y de esperanza -tras el desastre organizativo del Centrobasket y el torneo superior distrital - como la del torneo de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), antigua Lidoba, dejó con un buen sabor en la boca de los aficionados.
De la mano de su presidente Federico Lalane José y contando con el aporte de un gran número de personas con calidad y capacidad, la LNB demostró - con sus puntos más fuertes que débiles - que los dominicanos pueden, cuando las condiciones están dadas, ser capaces de presentar un certamen que sea atractivo para el público, los jugadores, la prensa y todos los amantes del baloncesto.
Un poco corto para muchos, pero dadas las circunstancias del año de receso que tuvo en 2009, la LNB ofrece una luz de esperanza al final del túnel para que el desarrollo, al menos de arriba hacia abajo, comience a sentirse en el basket criollo.
El año que en unas horas dirá adiós vio a talentos criollos expandirse por todas las latitudes del mundo: Ucrania (Luis Flores), Macedonia (Carlos Morbán), España ACB (Eulis Báez), LeB Oro (Manny Quezada, James Feldeine), Portugal (Sean O´Girri), asi como una cantidad apreciable en el basket universitario de la NCAA.
El 2011 se acerca con sus retos -sobre todo el Preolímpico - y el deseo es que Dios ilumine a los máximos ejecutivos del basket local para que hagan las decisiones correctas tomando solo en cuenta, “los mejores intereses del baloncesto.