LEANDRO GINÓBILI.-- Un viejo axioma del básquet reza que la ofensiva gana partidos y la defensa campeonatos. No sé quién fue el sabio que lo dijo pero cuánta razón tenía. Cada vez toma más gravitación este aspecto del juego y suele ser factor desequilibrante para arribar a instancias finales.
Tuve la oportunidad de presenciar un par de juegos del Final Four de las Américas (una muy buena idea para intentar unir basquetbolísticamente al continente), que en su tercera edición se llevo a cabo en la ciudad de Mar del Plata, coronando al local Peñarol como rey del continente por segunda vez.
Al estar en la cancha, más aún en una posición elevada, uno puede observar más claramente los diferentes aspectos del juego: tácticas defensivas, coordinaciones ofensivas, indicaciones de los técnicos, persecuciones individuales y todos los matices de un deporte muy rico en variantes. Leer Más