
Estos y muchos otros extranjeros han llenado de satisfaccion a fanaticos y dirigentes del baloncesto, desde que el 1974 se propuso la idea de traer jugadores extranjeros o refuerzos como normalmente se denominan.

Unos veian como solucion salvadora de franquicias, y con jugadores de calidad, que solo con su magnetismo y novedad aumentarian considerablemente el numero de fanaticos en el Palacio de los Virgilio Travieso Soto, en Santo Domingo, y en las canchas del interior del pais en otros casos; y aumentar el total de victorias de los equipos en cuestion.

Sin embargo, la utilizacion de extranjeros aumentaria la calidad del espectaculo y han cumplido su proposito. Ellos se destacan y ayudan a sus equipos. Pero a que precio. En 1999, los equipos contrataron un total de 40 importados, cuyo costo eleva un tanto las nominas de sus propios clubes y van en desmendro de los propios quintetos, los jugadores locales y las arcas de las asociaciones.
Pero de una forma u otra, los refuerzos son una parte importante de los equipos, ya que ellos a veces ayudan a llenar los complejos deportivos con su juego y carisma.

