Carlos Morales, ESPNdeportes.com.- La decisión de LeBron James de abandonar a los Cleveland Cavaliers para unirse a Dwyane Wade y Chris Bosh en Miami, buscando formar un mega equipo que prácticamente le asegure ganar uno o varios campeonatos, fue una que me sorprendió. La razón principal por la que me sorprendió, es porque esa decisión nos hace verlo de forma diferente al jugador y persona que quizás habíamos idealizado.
La forma en que dio a conocer su decreto (con un antipático "especial televisado" de una hora de duración, con entrevistador y preguntas seleccionados por su equipo de trabajo, en un alarde burdo de auto importancia y promoción) también le resta mucho a "su marca" y me pareció una soberana metida de pata. En un momento, James pasó de ser un hombre y atleta altamente admirado a uno que será visto como sin convicción, oportunista, egoísta, desleal, timorato, mentiroso y poco inteligente.Leer más Villano en Cleveland Heroe en Miami