PHOENIX.- ¿No pudo elegir Al Horford una forma más fácil de vivir esta semana? El centro de segundo año de los Hawks enfrentó al All-Star de Orlando, Dwight Howard, intercambió codos con la superestrella de Phoenix, Shaquille O’Neal anoche y peleará con el mastodonte novato de Portland, Greg Oden, mañana viernes en Kansas City.
Estos son tres de los más asombrosos especímenes físicos de la NBA en la primera semana de la pretemporada para Horford, quien puede literalmente esconderse en la sombra de cada uno.
A Horford, sin embargo, no le importa trabajar un poco. De hecho, está buscando los rigores de su trabajo.
Horford se enfrentó a Howard el lunes en Orlando mientras los Hawks salían con un triunfo 118-101 en el primer partido de la pretemporada para ambos equipos. Horford mostró un mejorado juego ofensivo, completado con un componente de frente que apenas utilizó como novato. Y batalló en la defensa luego de ser un poco manejado al principio por Howard,
“Para mí, eso es lo que es tan especial en su juego”, declaró el capitán de los Hawks Joe Johnson. “Cuando algo no está funcionando Al sabe cómo pasar la página e ir por algo más. Después de todo, parece un veterano de 10 años”.
“Es un camino duro”, declaró Horford. “Dwight y Shaq son problablemente, junto con Yao Ming, los centros más dominantes en la liga. Y entonces tienes a un tipo como Oden, todo el mundo sabe lo atlético que es. Tendremos que hacer un buen trabajo para mantenerlo fuera de los tableros”.
“Es un enorme reto para una parte trasera manejar. Asi que es importante para nosotros manejarlos como una unidad. Josh Smith, Zaza (Pachulia), Solo (mon Jones) y Randolph Morris, también. No puedo hacerlo yo solo”.
El coach Mike Woodson no tiene problema con Horford siendo el hombre del punto en esa unidad, especialmente luego de observar su rápido ascenso.
“Es increíble”, dice Woodson. “Sabes lo que vas a conseguir de él. Lo diriges como un veterano porque asimila las cosas tan rápidamente. Cuando comete un error, no lo corrige dos días o dos juegos después, lo corrige ahí mismo. Eso es algo muy especial cuando lo ves en un jugador joven”.
Horford está orgulloso de su rápido estudio. También le gusta la relación que él y Woodson han desarrollado.
“Es bueno tener un coach que entiende y sabe que puede hablar conmigo”, dice Horford. “Todos queremos lo mejor para este equipo. Y es el porqué pienso que tenemos un buen entendimiento y no tenemos problemas”.
“No hay dudas de que es real”, declara Smith. “Pienso que todo el mundo en la liga sabe que Al es tan peligroso como estos hombres grandes a los que se enfrenta cada noche”.